Una Mirada al Mundo Portugués

 

                                                                           

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La mancha verde

Escrito por  Yvette Vieira Fts Miguel Nobrega

Foto Miguel NóbregaFoto Miguel Nóbrega

Son kilómetros de bosque denso y frondoso que nos recuerdan nuestra pequeñez y de cómo la naturaleza puede ser abrumadora *

El bosque de laurisilva de Madeira es una reminiscencia de una época cuando los dinosaurios ya no eran los amos del planeta. Lo siento, no hay T-Rex en esta historia. Volviendo a sus orígenes en el Terciario, este era el caso de una selva subtropical que cubria grandes áreas del sur de Europa y el norte de África, a unos 20 millones de años. Debido a la aparición del mar Mediterráneo, los cambios de tiempo significativo, (una campana?) y el comienzo de la glaciación que han llevado a la decadencia y casi extinción de laurel en todas las regiones situadas más al oeste de la Europa continental.

El último refugio de este tipo de bosque se encuentra en las islas de menos permeables a los cambios climáticos, debido a la influencia del Océano Atlántico. Actualmente las islas donde aún se pueden encontrar este tipo de vegetación, llamada de Macaronesia: Azores, Madeira, Canarias, Cabo Verde y Mauritania. 

Después de este breve resumen, vamos a lo que interessa. El núcleo de Laurel de Madeira,  actualmente cubre el 20% de su territorio ocupa una superficie de unas 15.000 hectáreas más al Norte de la isla y sólo se ve entre 300 y 1300 metros de altitud. Este bosque es el patrimonio natural de la UNESCO desde 1999. Y este ecosistema frágil y complejo también dependen  los acuíferos subterráneos de la isla, ou sea, la niebla se condensa y  baja por el bosque denso hasta los suelos de una manera eficiente. 

Podría seguir cobrando más información, pero creo que este no es el más importante. Lo que es fabuloso en  penetrar en este mundo verde, es la sensación de ser una especie de bosque encantado. Con árboles de formas extrañas, líquenes blancos que las cubren, las pequeñas plantas de colores que surgen en los sítios más insólitos y las rocas gris, cubierta de musgo, que es casi como un bosque de paraguas, es posible vislumbrar la luz rota por las ramas y al final nos sorprende con cascadas de água impresionantes. Yo aconsejaría para ver la isla lo mejor es hacer las levadas. Desplácese hacia abajo el laurel a pie y voy a dejar una sugerencia, el sendero de Lagoa do Vento. Buen viaje! 


* Los datos científicos se tomaron del sitio www.madeiranature.com

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